Conferencia del Dr. Sudhakar Powar en Madrid

El pasado 24 de septiembre el Dr. Sudhakar Powar ofreció la conferencia gratuita ‘Ayurveda, una filosofía de vida para el mantenimiento de la salud‘ en la Escuela de Yoga Las Tablas, en Madrid.

Asistieron cerca de 30 personas y el Dr. Sudhakar habló sobre el origen del Āyurveda y su compilación por los antiguos sabios de la India, las bases de la enfermedad y el desequilibrio, la constitución básica de las personas según las energías de Vāta, Pitta y Kapha; y la necesidad de seguir un buen estilo de vida, una rutina diaria y una alimentación adecuadas.

Me interesó profundamente una reflexión que hizo sobre el inicio de la enfermedad y el desequilibrio. Originariamente, les seres humanos vivían en perfecta armonía con la naturaleza, no afectados por las dolencias y enfermedades que tenemos hoy en día. Existía una conjunción tranquila y pacífica en la que la Madre Naturaleza sustentaba al ser humano, y éste la trataba respetuosamente.

A medida que los seres humanos se agruparon y formaron pequeños núcleos urbanos, apareció un suceso que no existía hasta entonces. Por el miedo a no tener en el futuro, se empezó a acumular, a guardar, a poseer. Esta actitud, conllevó primero un cambio a nivel emocional: la aparición del temor. Y después, a nivel físico, la alimentación cambió de manera sutil y grosera, ya que era almacenada para su posterior consumo, cambiando irremediablemente sus cualidades. La calidad de la mente y el cuerpo de los individuos, y también de la alimentación, empezaron a modificarse lentamente, mostrando una mayor tendencia a la acumulación.

La acumulación innecesaria es el primer factor para el desarrollo de la enfermedad en el Āyurveda. Cuando existe un exceso de nutrición en alguna parte del cuerpo o de la mente, algo que el organismo no necesita para su subsistencia y funcionamiento, ya no es algo nutritivo, sino que se convierte en una sustancia nociva para el cuerpo. De la misma manera, los frutales o los cereales necesitan una cantidad exacta de agua para su maduración y para que los frutos y los granos estén bien formados. Si reciben agua en exceso (bien sea porque el agricultor los riega demasiado o porque llueve en exceso), la cosecha se puede perder entera. La nutrición pues tiene que ser tomada en su justa medida.

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